Los delitos durante la pandemia en España

INTRODUCCIÓN

En diciembre de 2019, apareció en china un nuevo coronavirus denominado COVID-19. Debido a dicha situación y ante la multitud de casos que se estaban sucediendo en España, el gobierno publicó el 14 de marzo en el B.O.E. el Real Decreto 463/2020 por el que se declaraba el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el citado virus.

El mismo, ordenaba el confinamiento forzoso en el domicilio de todas las personas, salvo las consideradas “servicios esenciales”. Este confinamiento duró hasta el 21 de junio, aunque se había ido produciendo un progresivo permiso para salir de los domicilios desde el 4 de mayo que empezó una desescalada en cuatro fases. El estado de alarma finalizó el pasado 21 de junio.

HECHOS DELICTIVOS

Para poder comprobar los hechos delictivos durante este periodo, se ha tomado como referencia la estadística publicada por el Ministerio del Interior del segundo trimestre de 2020 y para comprobar las variaciones delincuenciales se ha procedido a compararlas con la media de los hechos cometidos durante el mismo trimestre de los cinco años anteriores, ya que es la forma científica e imparcial de realizar este estudio y no la comparación con el trimestre anterior como hace el propio Ministerio del Interior.

La gran dificultad a la que se enfrenta todo criminólogo es encontrar una estadística estable que perdure en el tiempo ya que rara vez nos encontramos con una metodología que se mantenga lo suficiente como para confeccionar una serie que nos permita extraer análisis válidos. De los doce apartados que se reflejan en el análisis estadístico del año 2020, solo seis aparecen en la estadística de delincuencia del año 2015.

Todos los delitos estudiados en el presente texto, son los hechos penales registrados por el Ministerio del Interior en toda España, exceptuando las regiones de Cataluña y País Vasco ya que las mismas tienen competencias en materia de seguridad. La totalidad de estos hechos delictivos se ha visto reducido un 38% con respecto a los cinco años anteriores.

Los datos estadísticos no pasarán de lo meramente anecdótico para muchos, sin embargo, el hecho de que toda persona que haya sido vista en vía pública fuese susceptible de ser identificada por los agentes de la autoridad, e incluso que fuese vigilado por el resto de los ciudadanos, debido un fenómeno aparecido durante este periodo denominado “policías de balcón”, personas que se dedicaban a vigilar a sus convecinos denunciando su permanencia en la vía pública no solo llamando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sino tambien conminando a sus vecinos a permanecer en sus casas directamente, incluso llegando al insulto a quienes permanecían fuera de sus hogares, usando lo que en criminología se denomina control informal, ha supuesto que el número de delitos en la vía pública disminuya notablemente.

A pesar de este confinamiento obligatorio en el que se encuentra el país, los delincuentes han buscado alternativas para continuar con sus actividades durante el aislamiento, la sociedad ha tenido que modificar sus conductas, tanto quienes delinquen como quienes no lo hacen.

ASESINATOS Y HOMICIDIOS DOLOSOS

El número de asesinatos y homicidios dolosos se ha visto reducido un 15,96% durante el periodo estudiado, un porcentaje muy inferior al esperado en un momento en el que nadie podía salir de su propio domicilio y contrasta con el 60,78% en que se ha visto reducido el numero de mujeres asesinadas por violencia de genero.

Esta última disminución en los asesinatos motivados por violencia de género confirma el dato de que los agresores buscan el control sobre la víctima, que agreden a sus parejas o ex-parejas cuando pierden ese control, dada la situación de confinamiento en el interior de los hogares ese poder ya lo poseen, lo que conlleva el descenso de asesinatos por este motivo. 

En contraposición a este enunciado, en países como el Reino Unido se han cuadriplicado los casos de este tipo de crímenes, debido a la diferente forma de vivir el periodo de cuarentena en aquel país, las fricciones que ocasionan la convivencia, ocasionan la ruptura de la relación con la consiguiente pérdida de control sobre la víctima, ocasionando la reacción violenta del agresor.

ROBOS CON VIOLENCIA E INTIMIDACIÓN

Los robos con violencia e intimidación disminuyeron un 55,81%, este tipo de delitos necesitan tener a la víctima, una persona física objeto de esa violencia, cosa que se ve dificultada por la situación en la que se encontraba la población española, sin embargo, y ante esa dificultad se produjo un aumento de los atracos en gasolineras en zonas aisladas y en farmacias.

Paradójicamente el perfil de los autores de los atracos en farmacias no son toxicómanos buscando medicamentos o drogas como ha sido de forma mayoritaria hasta el inicio del confinamiento sino que, durante este periodo el perfil cambia y personas que antes del estado de alarma robaban en otros tipos de establecimientos empiezan a focalizar su actuación sobre estos lugares buscando obtener dinero en efectivo

Este aumento de robos con violencia en farmacias llevo al Ministerio del Interior a se trazar un plan para tratar de evitarlos.

En algunos países de Hispanoamérica, como Colombia y Peru, en que los comercios seguían abiertos se observó una ola de robos en pequeñas tiendas llegando a saquear algunos supermercados.

El robo con fuerza en domicilios disminuyo un 54,85% en el periodo estudiado, bajando drásticamente en las capitales de provincia y núcleos urbanos, mientras se mantenía e incluso aumentaba en lugares aislados y segundas residencias, en varias Comunidades Autónomas se llegaron a incrementar los robos de esta tipología con respecto a los cinco años precedentes. También aumentó la ocupación de segundas viviendas (delito de usurpación).

Ambos datos resultan lógicos ya que en estos lugares apartados la vigilancia es mas difícil de mantener debido a las grandes extensiones de terreno de las demarcaciones de la Guardia Civil.

SUSTRACCIÓN DE VEHICULOS

La sustracción de vehículos ha disminuido notablemente durante la cuarentena hasta situarse en el 59,39%, aunque ha habido dos partes perfectamente diferenciadas en el comportamiento de este tipo de delitos, un aumento de los mismos que duró desde el 14 de marzo, fecha de inicio del confinamiento que dura hasta primeros de mayo, fecha en que empezaron las llamadas fases de la desescalada que permitió salir a las personas de sus casas. 

En la primera parte ha habido un aumento de este tipo de hechos delictivos destacando Melilla y Comunidades Autónomas como Madrid, cuando vehículos aparcados días y días en vía publica sin posibilidad de ser movidos de lugar permitían incluso la planificación del robo buscando las horas en que el movimiento de personas era aún menor. Los modelos más sustraídos han sido el Seat Ibiza, Seat León, Volkswagen Golf y BMW Serie 3.

La segunda parte de la cuarentena, se observa una disminución drástica de la cantidad de hechos de este tipo.

Ciudades como Nueva York tuvieron indices incluso mayores a los españoles en sustracción de vehículos llegando a ser el 63%.

TRÁFICO DE DROGAS

El tráfico de drogas ha aumentado sensiblemente 18,23%, siendo este el delito en que más se ha observado una adaptación a las nuevas circunstancias, se ha producido un aumento de las incautaciones de droga por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los delincuentes han  utilizando lo que se ha dado en llamar los servicios de “teledroga”, ya que uno de los servicios se ha mantenido durante toda la cuarentena ha sido el de envío de paquetería a domicilio, en muchos casos sin conocimiento de los operarios que trasladaban la mercancía.

La noche de las grandes ciudades ha dejado de ser testigo de los trapicheos de venta de droga para dar paso al menudeo en los parking de los supermercados y el pago de la droga por internet ya no es en metalico, durante la cuarentena la droga se abonaba utilizando bizzum y otros medios de pago por internet.

 

Se ha comprobado que el encierro ha ocasionado un aumento de las adiciones y un aumento del consumo de alcohol, drogas e incluso el juego por internet.

CIBERDELITOS

El 3 de abril, Europol publicó un documento titulado “Ciberdelito, desinformación y la pandemia COVID-19” en el que alertaba de la proliferación de actividad delictiva en la red. Los delincuentes en la red se habían adaptado a la nueva situación estaban capitalizando las ansiedades y miedos de sus víctimas. 

Un dato a tener en cuenta es que los nombres de dominios relacionados con el coronavirus, (covid, corona, coronavirus, con extensiones de todo tipo .es, .com etc.) han superado los cien mil desde el día 1 de enero de 2020. El número se disparó a partir del 5 de febrero, fecha en que existían cerca de dos mil dominios registrados con esa temática, llegando a registrarse cuatro mil nombres diarios a partir de la declaración de pandemia por la OMS el día 11 de marzo. Tal y como explicaron los expertos en ciberseguridad Álvaro Vállega Moreno y Rafael Porro en su conferencia sobre “Investigación de campañas COVID-19 y un proxy para defendernos” durante el IntelCon 2020. Gran parte de estos nombres serian utilizados  durante este periodo para delinquir, según declaro el D.A.O. de Policía Nacional “buscan aprovecharse del miedo de la ciudadanía y ofrecen en sus páginas productos milagrosos para curar el virus o evitar su contagio”.

El aumento de las horas que el público en general pasa delante de un dispositivo conectado a internet, multiplica el número de víctimas potenciales de delitos cometidos en la red. Facebook comunicó que había detectado un aumento del 51%, Facebook e Instagram aumentaron su uso un 40% en el grupo de edad de 18 a 35 años, un grupo que ya utilizaba esas redes sociales de forma masiva con anterioridad a la. pandemia. 

Según el documento de Europol, se han lanzado campañas de phishing y ransomware, ambos procedimientos se realizan en masa, intentando que personas sin experiencia caigan en su trampa.

El phishing consiste en el envío correos electrónicos, mensajes de texto o redes sociales en masa con un enlace o documento que imita a un banco o entidad real con el fin de que causar error en el usuario y que este facilite en el falso enlace sus datos bancarios. Este ataque se ha realizado en España sobre las personas más necesitadas, simulando mensajes del Servicio Público Empleo, informando falsamente de haber sido concedido un ERTE, cuando en realidad lo que nos estaban instalando era un malware en nuestros dispositivos para robar la información de los mismos.

El ransomware es un tipo de software malicioso que los delincuentes utilizan para secuestrar los  dispositivos cifrando los datos y, pidiendo un rescate en bitcoin o alguna otra moneda virtual para recuperar el acceso a los mismos, este es el tipo de ataque que la Dirección General de Policía alerto que se estaba realizando contra las redes hospitalarias de varios países, entre ellos España.

La empresa de seguridad informática Kaspersky ha detectado un nuevo troyano bancario llamado Ginp que está teniendo mucha incidencia en España: el 83% de las víctimas de este software son de nuestro país. «Se trata de un malware que usa la pandemia como señuelo, solicitando dinero a cambio de información sobre personas cercanas que están supuestamente infectadas por coronavirus.

OTROS DELITOS

Otros delitos que ha tenido gran auge durante la cuarentena, ha sido el consumo de pornografía infantil tanto solicitud de imágenes como el intento de captación de menores y personas vulnerables para estos fines.  la Guardia Civil detectó un crecimiento del 507% en el tráfico de videos de contenido pedófilo.

Para finalizar han sido numerosos los ataques a empresas que forzadas a que sus trabajadores tengan que operar de forma on-line sin estar realmente preparadas para ello, en España antes de iniciado el confinamiento solo el 5% trabajaba de forma telemática, durante la misma, el porcentaje ascendió al 34%. 

Muchos de estos nuevos teletrabajadores iniciaron esta nueva andadura sin formación adecuada, en seguridad informática, con cierta urgencia e improvisación, con sus propios ordenadores y solo mediante la instalación en los mismos de programas VPN o aplicaciones de trabajo remoto como CITRIX, Estas empresas son objetivos fáciles para los delincuentes. según un informe de elaborado por la compañía americana Google aproximadamente el 67% de las PYMES españolas carecen de protocolos de seguridad informática, de formación sobre esta temática y de políticas claras sobre seguridad en la red.

El F.B.I. alerto del secuestro e interceptación de videoconferencias de empresas suplantando el programa zoom, debido al aumento de utilización de este sistema de comunicación durante la pandemia.

CONCLUSIÓN

El resumen que podemos hacer es que si bien la delincuencia ha descendido durante los meses de confinamiento, no lo ha hecho de forma general y en todos los los delitos, la delincuencia ha sabido adaptarse a las nuevas circunstancias continuando con sus actividades.

Publicada estadística de criminalidad 2018 del Mº del Interior

Publicada estadística de criminalidad 2018 del Mº del Interior

El Ministerio del Interior ha publicado la totalidad de los informes sobre criminalidad de 2018, la criminalidad en total aumenta un 4%  y aunque cabe destacar que la disminución de homicidios y asesinatos con respecto al año 2017, estos se han visto duplicados con respecto a año 2017 en La Rioja y Baleares, también han aumentado un 25%  en Navarra y Andalucía.

Los secuestros, también aumentan en toda España, un 200% en Navarra, 150% en Castilla la Mancha, un 100% en Asturias y Murcia y un 75% en Andalucía.

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Es real la estadística policial?

¿Los datos policiales reflejan la delincuencia real?

La pregunta realizada esta semana por criminologos.eu se las trae, pues la pregunta es, como demostrar que las encuestas policiales no reflejan la delincuencia real, todo ello sabiendo previamente que la propia Unión Europea ha llegado incluso a descartar la publicación de los datos delincuenciales de España debido a la poca/nula fiabilidad de las encuestas del Ministerio del Interior de España o noticias como esta aparecida recientemente en el periódico El País.

Es real la estadística policial?
Es real la estadística policial?

 Mi primera intención fue acudir a dos lugares diferentes por un lado las estadísticas policiales a las que hace referencia la pregunta son las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, por otro lado y a método comparativo pensé en acudir a la Memoria anual del Ministerio Fiscal pero eso no ha sido posible.

 El motivo es que la calificación que las fuerzas y Cuerpos de seguridad realizan de los diferentes hechos delictivos se ve modificada por la Autoridad Judicial y el propio Ministerio Fiscal durante la fase de instrucción e incluso durante la vista oral, con lo que los datos no se pueden comparar.

 Llegados a este punto, somos profesionales que estamos estudiando el fenómeno delictivo y tenemos que ser rigurosos ofreciendo las cifras y realizando un trabajo sin dejarnos influenciar más que por las pruebas, así que no se puede responder con un si o con un no a la pregunta de esta semana.

 Por otro lado hace falta saber que quienes mandan unidades policiales en España reciben una serie de complementos al sueldo relacionados con su actividad profesional que dependen  directamente de los objetivos alcanzados, estos objetivos se basan en la estadística sobre delincuencia real realizada por las mismas personas que han de cobrar esos complementos. Hay que tener en cuenta que cuando esa estadística sobre hechos delictivos cometidos en una demarcación o territorio concreto varia y los datos son negativos, esas personas dejan de cobrar el complemento mencionado anteriormente.

En unidades policiales grandes, en las cuales el numero de delitos y faltas es de varios cientos, es posible que 10/12 delitos no cambien la estadística. Es en unidades pequeñas donde los delitos cometidos son pocos, unidades policiales que tienen una media de delitos inferior a 20 delitos/mes y cuando se cometen 4 delitos más en un mes cualquiera, ¡la delincuencia ha subido un 20%!

 Es el conocimiento de hechos como los descritos en esta última parte los que hacen sospechar que los datos policiales sobre delincuencia real, no correspondan con la realidad pero, la sospecha no conlleva que podamos afirmar tal circunstancia por lo que no podemos afirmar si verdaderamente las estadísticas reflejan la realidad.