No quiero ser pájaro de mal agüero, pero si quiero llamar la atención sobre el estado de los estudios de criminología en España y por las noticias que tengo, en muchos países de Hispanoamérica, sin embargo después de leer durante estos últimos meses varias entradas en algunas redes sociales sobre gente que se sentía estafada después de acabar sus estudios de criminología me decido a escribir este post.

Es cierto que España actualmente tiene unas cifras de paro en todos los sectores productivos que supera la cuarta parte de la población en edad de poder trabajar y que el paro juvenil alcanza cifras que harían temblar al mas recio e insensible de los hombres, unas cifras que están llevando a que aquellos profesionales cualificados busquen trabajo fuera de nuestras fronteras pero, es precisamente en tiempos de crisis cuando llega el momento de cambiar, de dar un paso adelante y realizar aquellas cosas que hasta este momento, por comodidad o por cualquier otro motivo no habían cambiado todavía…
No hace mucho hablaba con el doctor Aitor Curiel López de Arcaute y comentando la gran influencia que habían tenido series de televisión estilo CSI, Bones y otras series policiacas en el trabajo policial actual. Yo le comentaba al doctor Curiel que está series habían hecho un daño terrible a la policía ya que cuando la policía llega al lugar donde ha sucedido un hecho delictivo, la víctima inmediatamente solicita que se extraigan huellas, que se extraiga ADN, que se realicen todo tipo de pruebas, que no se repare en gastos para conseguir una resolucion del delito que le afecta tal y como han visto que se practican en la serie de televisión.
Yo le explicaba al doctor Curiel que ante las peticiones de las víctimas resultaba difícil decirle a estas que no siempre se podían extraer esas huellas, o esas pruebas que solicitaba porque muchos casos sale más caro el collar que el galgo, por ejemplo, no se puede mover un equipo de policía judicial para una sustracción con un valor inferior a 30 €
Este me respondía que de una forma u otra, se ha creado una necesidad en la sociedad y, esta solicita de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad una solución a sus problemas que pasa por la realización de este tipo de pruebas y, que si el Estado no era capaz de responder a esa necesidad, la propia sociedad debería de buscar la solución en el ámbito privado por medio de profesionales de la criminología que, en este caso, sí le diesen solución a sus problemas.
Sin embargo la legislación española deja muy claro que quien tiene el deber y la obligación de investigar los delitos es la policía judicial, la misma está compuesta en exclusiva por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no permitiendo la realización de investigaciones por hechos delictivos penales a otro tipo de profesionales, la propia Ley de Seguridad Privada incluso, obliga a que en el momento en que un profesional dedicado a estos menesteres observe un hecho delictivo penal debe ponerlo en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que sean éstos quienes realicen la investigación.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal admite que otros profesionales puedan actuar como peritos para la realización de análisis o dictámenes bien cuando el tipo de expertos requeridos no existan por parte de la Administración o bien cuando éstos actúen a instancia de parte.
Desde hace unos años, muchas universidades españolas, tanto públicas como privadas. Se han lanzado a la confección de estudios de criminología enviando al mercado laboral profesionales muy bien preparados pero que, personalmente pienso que la sociedad en estos momentos, con la legislación actual, es incapaz de absorber y proporcionarles una salida laboral. Esto enlaza con el primer párrafo de esta entrada en la que decía que la gente al terminar los estudios de criminología se siente estafada.
Son muchas las materias donde estos profesionales muy formados y motivados pueden realizar su labor pero para ello, lo primero que se hacer es permitirles trabajar. Para ello es necesario cambiar la legislacion vigente permitiéndoles hacer un trabajo para el cual están plenamente preparados, por ejemplo, no se puede ser un profesional de la realización de perfiles criminales sin poder acceder al atestado policial y a las pruebas del delito.
A mayores, algunas de estas universidades no se han caracterizado precisamente por la búsqueda de buenos profesionales para la realización o composición de sus estudios de criminología, en principio por la poca cantidad de personal preparado en España, aunque sin duda haberlos, los hay, sino que han perseguido la obtención de beneficios económicos vía matrículas en lugar de impartir unos estudios que preparen realmente a los alumnos para dar a la sociedad aquello que ésta les exige, llegando a caer en tópicos ridículos a la hora de promocionar sus estudios de criminología, como es el caso que se expone en el siguiente video.
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Caso aparte merecen las actitudes de universidades como el ocurrido hace pocas fechas en la Universidad de Oviedo donde se reclama por parte de los alumnos que en aplicación del Plan Bolonia los estudios de criminología que se imparten en ese centro se trasformen en Grado y dejen de ser un Título propio de la Universidad, un título que con la nueva legislación pasa a ser una titulación de “rango inferior” o el caso de la Universitat de Barcelona cuando cambio los estudios que estaba impartiendo sobre criminología hasta marzo de este año, y que a raíz de un acuerdo con el Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña acababa con las oportunidades laborales de muchos criminólogos.
Todo lo anterior ha hecho que los estudiantes de criminologia, al terminar sus estudios se encuentren desanimados, se sientan estafados, no vean una salida profesional. Nos encontramos en crisis pero, crisis también significa cambio, y es lo que debemos empezar a hacer, hay que cambiar el sistema, solicitar nuestro lugar en la sociedad, en el mercado laboral. Ha llegado el momento de decir «Aquí estamos, hemos venido a quedarnos y queremos ocupar el lugar que nos pertenece.»