Taxonomía cromática de la criminología

paleta de colores
Taxonomía cromática de la criminología

La cromatología (estudio o ciencia de licor del color), es un concepto integrante de lo que se conoce como lenguaje icónico; entendido como la idea de que cualquier color y tonalidad puede serle asignado un significante de imágenes o conceptos a nivel formal.

En ese sentido la cromatología en particular forma parte de lo que se conoce como iconolingüística, concepto que se fundamenten la idea de que todos los colores pueden integrarse de forma ordenada y coherente en códigos de comunicación y pensamiento de tal forma que de forma automática pueda asignársele un significado concreto a estos sin la necesidad de una explicación detallada.

Son innumerables los ejemplos en los que la cromatología cumple con su función comunicativa. La asignación de colores a la idea de peligro o calma, alegría o tristeza, evidencian esa sintonía entre el icono (color) y su significado. La regulación de los semáforos, el color de los uniformes, las diferentes combinaciones cromáticas de las banderas y su significado o la clasificación(taxonomía) de los colores en fríos, cálidos, templados, etc. convierten el lenguaje icónico de los colores en algo tan cotidiano como imprescindible. La taxonomía (del griego taxis “ordenamiento” y no nomos “norma”), empleado como término en la clasificación biológica, consiste básicamente en un sistema de ordenación compuesto por una jerarquía predeterminada.

Esa jerarquía que en biología suele asignarse a esquemas filogenéticos en el que los criterios de ordenación se basan en el origen común de los organismos emparentados, suele ser extrapolable a cualquier grupo que requiera de una clasificación y un orden dentro de parámetros presididos por la lógica.

Este trabajo parte de la idea de aportar un punto de singularidad en la criminología, como ciencia interdisciplinaria, integrando los conceptos de taxonomía y comunicación iconolingüística y, sobre todo, partiendo de la idea de que todo o casi todo está inventado y que únicamente se pretende expresar de modo visual lo que otros muchos autores ya han hecho en formatos tradicionales.

Uno de los mayores atractivos de la criminología, por su naturaleza interdisciplinaria, es esa cantidad de aglutinar saberes tan diversos como las ciencias biomédicas o el derecho, las disciplinas psicosociales y las ciencias exactas, sin que choquen entre ni parezcan en modo alguno incompatibles. Es como si la criminología fuese capaz de empastar los timbres agudísimos del violín con la gravedad de las tubas o la fuerza sonora de los timbales, como si una orquesta sinfónica se tratara.

En este sentido, creemos interesante esbozar una aproximación a la idea de lo que a los autores y a muchos de nuestros alumnos les sugiere no sólo el constructo teórico de la criminología, lo que son sus tipos y funciones tradicionales (científica, académica, aplicada y crítica), así como a sus principales protagonistas (el delito, el delincuente, la víctima y el control social); sino la idea de que todos se pueden revestir de forma textura y color.

El nacimiento de la criminología científica, a finales del siglo XIX, tuvo uno de sus mayores argumentos en la idea no sólo del estudio científico del delito, sino de la posibilidad de que tras el análisis detallado del delincuente, sus características físicas, psicológicas o antropológicas; este pudiera ser clasificado atendiendo a parámetros objetivos y observables: comportamiento es antropológicos o jurídicos, en definitiva, criminológicos.

La taxonomía que la escuela positiva asignó hace casi 200 años en “blanco y negro” al delincuente; puede y debe presentarse en color del siglo XXI, en lo que los autores pretenden homenajear a los pioneros y a los pies de una u otra forma han propiciado la evolución y desarrollo de una ciencia tan apasionante como policromática, la criminología.

La taxonomía cromática de la criminología que planteamos a continuación es una propuesta que parte de la idea de atribuir un significado en colores a los diferentes componentes del entramado criminológico público; en un intento de aproximar el lenguaje icónico del color a este campo del conocimiento.

Los criterios taxonómico se vienen determinados por parámetros puramente objetivos (campos de conocimiento, funciones y tipo de criminología y actores principales del entramado criminológico), a los que inevitablemente hemos aportado nuestra experiencia tanto como profesionales en algunos de los campos de la criminología aplicada (ciencias biomédicas e investigación criminal); como especialistas en los ámbitos de la criminología científica y académica, con la inevitable y lógica subjetividad que supone la afinidad o lejanía hacia determinado tipo de tonos cromáticos.

En 2007, Piers y Nigel Shouth escribieron una obra que titularon Issues in Green criminology. En el título de dicha obra se le asignaba, con gran coherencia un color a un tipo de delitos, a una parte de la criminología muchas veces olvidada y dejada en un segundo plano. Criminología que, siendo asimilada al color verde con gran lógica, puesto que está relacionada directamente con la naturaleza y delitos medioambientales, tenía características propias, térmicas investigaciones específicas y un gran contenido por explorar y desarrollar.

El verde es un color que siempre se ha relacionado con el medio ambiente, la frescura, armonía, salud, esperanza, naturaleza y tranquilidad, así como con el dinero. El verde sugiere libertad y tranquilidad. Un color muy adecuado, por tanto, para denominar a la criminología relacionada con la naturaleza y los delitos medioambientales: La criminología verde.

El blanco es otro color tradicionalmente relacionado con un tipo muy claro de criminología: los delitos de guante blanco. El blanco está asociado a la pobreza, la inocencia o la paz. Se relaciona con lo limpio, inmaculado, refinado, simple y estéril. Algo claramente en relación con los delitos económicos, estafas y fraudes, delitos en los que el delincuente no ensucia de forma directa sus manos en la ejecución. Nos encontraríamos, por tanto con la criminología blanca. No tanto por ser una criminología limpia, pura o virgen sino por ser una criminología que se ocupa de los peritos tradicionalmente considerados de guante blanco, sin sangre, sin mancha de suciedad directa con la comisión del delito.

La criminologia roja, relacionad con los delitos de sangre y violentos.
La criminologia roja, relacionad con los delitos de sangre y violentos.

La criminología más conocida, más estudiada y no estimulada es la relacionada con los delitos de sangre. Homicidios, asesinatos y delitos de lesiones ocupan y preocupan a científicos, profesionales y opinión pública en mayor medida. Tanto que para muchos legos en la materia sólo existe esta criminología. Creen que criminología es la ciencia que estudia el homicidio y el asesinato sólo. Asemejan crimen más con asesinato y con delito. El color de la sangre es el rojo y la sangre aparece en gran mayoría en esos delitos. El rojo simboliza la acción, la aventura, la agresividad, la sangre, el peligro, la emoción, la fuerza, el vigor, la energía, la pasión y el amor. Simboliza fuego, poder, excitación, pasión, riesgo y peligro. Todas estas circunstancias, sentimientos y características que rodean a este tipo delitos. Esta debe ser por tanto, sin duda la criminología roja. Teniendo claro que la criminología roja no es la única, que la criminología es como un arco iris con todos los colores y que simplemente la roja es la más llamativa, la más mediática o la más enérgica, emocionante y pasional.

El amarillo simboliza el sol, es un color con tintes espirituales. Representa advertencia, felicidad y cariño. Es un color cálido, pero que puede ser irritante para los ojos como el sol. Simboliza precaución, alegría, cobardía, curiosidad, gozo y broma. Circunstancias y características que sigamos analizando una por una podemos encontrar en el mundo de las drogas. Además los tonos amarillentos pueden simbolizar el deterioro del blanco, el paso del tiempo sobre la prenda inmaculada y pura, la evolución que ensucia y estropea el blanco, lo que amarillea. Todo ello cumpliría y de fin iría perfectamente los delitos relacionados con las drogas. Nos encontraríamos, por tanto, con la criminología amarilla.

La criminología naranja sería una criminología vibrante, excitante y divertida, que sugiere placer, alegría, resistencia y ambición. Algo creativo, entusiasta, jovial, enérgico y juvenil. Sería la parte de la criminología que levanta más pasiones, con más seguidores y que crea más ocasiones: la criminalística. Una ciencia entusiasta, joven y creativa que trata de resolver los crímenes a través de la ciencia de una forma vibrante y ambiciosa a través del indicio del delito: La criminología naranja.

El rosa siempre ha sido considerado un color femenino. Un coro que representa la dulzura, bienestar, aprecio y delicadeza propia de lo femenino. La criminología rosa debe ser, por tanto una criminología relaciona con lo femenino, con los delitos sobre las mujeres. Los delitos en los que la víctima es principalmente la mujer. Así la criminología rosa sería la cronología relacionada con los hechos contra la libertad sexual, el maltrato y todos aquellos que se centran fundamentalmente en la mujer, en lo femenino.

El negro, sin embargo, sugiere fuerza, potencia, autoridad, audacia, seriedad y elegancia. Es clásico, conservador, formal, secreto, serio y tradicional. Un color que define perfectamente la delincuencia organizada y sus principios y características en muchos casos. Algo audaz, autoritario, organizado, secreto y formal. El crimen organizado, su estudio y análisis será el objeto del es de estudio de la criminología negra. Un color que también simboliza la separación, la muerte y la nocturnidad.

La criminología violeta o púrpura serial que se ocupa de la víctima: la Victimología. El violeta representa realizar, ceremonia, justicia, nobleza y espiritualidad. Es algo sofisticado y espiritual. La víctima preocupa y ocupa desde el mayor respeto, nobleza y espiritualidad posible. La víctima sugiere justicia, nobleza y debe ser respetada, escuchada y valorada en sobremanera. Por todo ello el violeta podría perfectamente definir a esta criminología. La criminología centrada en la víctima: La criminología violeta.

La criminología azul es más compleja. El azul tiene muchos tonos y la criminología azul también. Debo distinguir al -2 criminología es azules, al igual que dos azules que no tienen mucho que ver y que representan cosas distintas:

La criminología azul marino representa la criminología aplicada. Los profesionales e instituciones las con la criminología. Los cuerpos y fuerzas de seguridad, fiscales y jueces, oficinas de asistencia víctimas, trabajadores sociales, forenses, peritos, investigadores privados, etc., representarían el azul marino. Un color que representa autoridad y calma, confidencia y dignidad, consolidación, seguridad y confianza. El azul marino sugiere responsabilidad y autoridad.

Sin embargo los tonos más validos o claros de azul, el azul celeste, implican frescura, limpieza, debilidad e incluso esperanza. Sugiere confianza, reserva, armonía y afecto, trasmitiendo sentimientos de libertad y franqueza. La criminología azul celeste sería la relacionada con la prevención, la mediación, la sanción, la rehabilitación y la reinserción.

El marrón es un color asociado a la naturaleza y a la tierra, indica solidez y genialidad, seriedad y utilidad. Pero también en sus acepciones menos académicas tiene connotaciones de suciedad, de mancha. El adjetivo enmarrónar indica ensuciar, manchar, dificultar, etc. y el marrón también pueden recordar a los desechos, las heces y el barro. Con todo ello la criminología marrón sería la que se ocupa del actor principal del crimen, del estudio útil, serio y sólido del criminal.

La criminología gris en tonos tenues o claros ocuparía de la medicina legal y forense y las ciencias biomédicas. El gris representa la autoridad, mentalidad corporativa, humildad, practicidad, respeto y estabilidad:

La alta tecnología, practicidad, seriedad y creatividad representan dignamente principios y cualidades de esta criminología la criminología gris claro.

La criminología gris en tonos más oscuros estaría representada, en cambio, por la ficción criminológica, por la literatura, el cine la televisión. Estas ficciones que a veces son útiles y otras veces oscurecen la labor del profesional, entreteniendo y dando tintes oscuros a esta realidad. La criminología gris oscuro.

La criminología académica, científica y divulgativa estaría representada por el color beige. Un color que representa la educación, efectividad, solidez, pulcritud, destreza, seriedad y eficacia. Todo aquello que la criminología en su vertiente más académica representa. La criminología beige.

Finalmente existe un grupo de conductas que en el pasado fueron objeto de interés criminológico sanción penal y que actualmente, bien por el devenir cultural de las sociedades o bien por cuestiones de estricta política criminal, quedan fuera del ámbito criminológico: “no hay crimen ni autor”, por tanto y, a priori, no debería existir reflexión criminológica.

nada más lejos de la realidad, existen infinidad de conductas calificadas como “ anormales, asociales” o lo que convencionalmente conocemos como desviadas y, sin embargo no delictivas, que conforman un grupo de comportamientos que conllevan una gran carga de sufrimiento, por un elevado costo social y una importante casa de Victimología.

Las enfermedades mentales asociadas al delito, las adicciones, antropofagia, las colectas sexuales fuera de los parámetros convencionales (prostitución o determinadas prácticas sexuales), o la desaparición de personas por causas no criminales, entre otras, pueden ser prácticas que deriven en una enorme fuente de sufrimiento y, por tanto, objeto de interés criminológico. Sería, a nuestro criterio lo que podemos denominar, la justicia transparente.

En definitiva la criminología es como el arco iris. Una realidad multicolor, con múltiples arias y contenidos, unos más conocidos que otros. Nosotros en este breve artículo hemos intentado desarrollar una clasificación de la criminología en base a los colores: la taxonomía cromática de la criminología.

Aitor Curiel López de Arcaute

Antonio Cela Ranilla

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