Esta mañana me he desayunado con la noticia de que la Policía Nacional quiere hacer a Miguel Carcaño, una prueba neurológica conocida como el test de la verdad. A fin de saber dónde escondió el cadáver de Marta del Castillo.
Para ello es necesario, tanto la autorización de la Autoridad Judicial, la cual en algún momento ya dejó claro que el asesinato de la niña Marta del Castillo era cosa juzgada, como del propio Miguel Carcaño, el cual muchos pensamos que es un mentiroso compulsivo y desconocemos si el resultado de la prueba en una persona de esas características y que se cree sus propias mentiras, resultaría satisfactorio.
La prueba ya ha sido utilizada por la policía española, después de un tiempo de prueba en el cual varios policías se ofrecieron como conejillos de indias, en el caso de un hombre que asesinó a su esposa en Zaragoza y el cadáver de la misma tampoco ha aparecido todavía, aunque hablando esta mañana por twitter con el periodista Alfonso Egea me decía que la Autoridad Judicial que había llevado ese caso, consideraba a la citada prueba una herramienta y no parte del proceso.
Mis dudas surgían en primer lugar si en el trascurso de la realización de la citada prueba se averiguasen datos que pudieran llevar a la imputación de alguien o la averiguación de nuevos hechos delictivos, me refiero a la validez jurídica que tendrían dichos resultados, hay que tener en cuenta que pruebas menos experimentales que esta como el caso del polígrafo empleada desde hace años en EE.UU, no está permitida como prueba en España.
Buceando por internet para saber en qué consiste el «test de la verdad», llamada científicamente P-300, en principio conseguí averiguar que el doctor Valdizán lleva más de dos décadas utilizando dicha prueba para el diagnóstico del autismo y el trastorno del déficit de atención (T.D.A.)

El test del Dr. Valdizan también es utilizado desde hace no mucho tiempo, en investigaciones realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estados Unidos en casos de terrorismo por un médico americano llamado Lawrence Farwell.
El test P-300 mide la respuesta neurológica ante la visión de imágenes relacionadas en este caso con el crimen de Marta del Castillo, que son recogidas de los electrodos colocados en la cabeza y analizados después por el programa, exactamente el programa mide el reconocimiento de la imagen dibujando una onda que será más alta cuanto mayor sea el reconocimiento de la imagen que se le presenta. El propio médico afirma que la eficacia de dicha prueba depende de que las imágenes que se le presenten sean las correctas.
En algunas noticias de prensa, se afirma que esta prueba puede ser el sustituto del polígrafo.
Sólo nos resta esperar acontecimientos y, por supuesto desear que el cadáver de Marta del Castillo aparezca cuanto antes para calmar el dolor de su familia.