Una bomba en un camino

El cabo primero de la Guardia Civil, Antonio de Frutos Sualdea, natural de la localidad de Valtiendas (Segovia), de 44 años de edad, casado y padre de tres hijas, de doce, diez y ocho años de edad, respectivamente.

Estado del vehiculo despues del atentado
Estado del vehiculo despues del atentado

Falleció hacia las nueve y media de la mañana del lunes 3 de mayo de 1976, en un atentado terrorista, al hacer explosión un artefacto que alcanzó el vehiculo en el que viajaba.

A primera hora de la mañana Antonio de Frutos, se dirigió con dos guardias al embalse Patricio Echevarria de Urtaxta, situado a dos kilómetros de la localidad de Legazpia (Guipúzcoa), en cuyo muro de contención (a la mitad del mismo habia) sido colocada una bandera nacionalista vasca de la que colgaba un paquete sospechoso.

Tras un reconocimiento, estando aún en dicho embalse, se entera que sobre las cinco de la madrugada un artefacto explosivo habia destruido el coche SEAT 124 SS1839E, que se encontraba aparcado junto al domicilio de su propietario (regente del bar del frontón municipal), en la calle San José de Legazpia. De Frutos ordena a los guardias que le acompañan, que se quedan montando un servicio de vigilancia, para evitar que se acercara alguna persona a la misma y resulte herido. Mientras él, en un SEAT 850 vuelve al Puesto para dar el correspondiente aviso.

Cuando inicia el regreso por un estrecho camino (por el que sólo puede pasar un turismo) en cuesta, sin asfaltar, a unos doscientos metros del embalse, una fuerte explosión (6 kilos de dinamita ocultos en un lateral del camino a un metro de altura, accionados a distancia desde un lugar próximo) alcanzan de lleno al turismo en el que viajaba (quedó totalmente destrozado) y acaban con su vida.

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Muerte de un Tedax GC

Miguel Gordo Garcia
Miguel Gordo Garcia

En el Cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Baracaldo (Bilbao), en la mañana del domingo 11 de abril de 1976, se recibe una llamada telefónica avisando de la colocación de una «ikurriña», sobre unos cables del tendido eléctrico en la calle León de dicha localidad, frente al edificio de la Compañia Telefónica.

Un grupo de especialistas acude al lugar para retirarla. El guardia civil Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), Miguel Gordo Garcia, natural del municipio de Riego de la Vega (León), de 41 años de edad, casado y padre de un hijo de seis años; se subió a una plataforma de teléfonos, que fue elevada y procedió con unos alicates a cortar una argolla metalica que sujetaba la bandera trampa a los mencionados cables, sufriendo una fuerte descarga eléctrica.

Trasladado rapidamente a la residencia de la Seguridad Social de Cruces, Miguel Gordo ingresó cadaver.

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La muerte adosada a una bandera

Cuando una patrulla del Puesto de Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa), prestaba servicio de vigilancia entre los municipios de Villafranca y Beasain; poco después de las cuatro menos cuarto de la tarde del sabado 17 de enero de 1976, divisaron una bandera vasca (ikurriña), que pendia de un pequeño palo (mastil), a modo de guión (setenta por setenta centimetros), en lo alto de una loma situada sobre un túnel a la altura del kilómetro 422, de la carretera nacional I (Madrid a Irún).

Tras recorrer unos 70 metros que separaban la carretera del punto donde estaba situada dicha bandera, y después de retirar una bomba simulada, al proceder a recoger la enseña vasca, hizo explosión una carga de dinamita que estaba enterrada en el suelo y conectada a esta, que lanzo a unos 17 metros de distancia y produjo la muerte instantanea del guardia civil Manuel Vergara Jiménez, hijo y hermano de guardias civiles, natural de la localidad sevillana de Viso del Alcor, de 21 años de edad (el próximo dia 23 de enero habria cumplido 22 años).

El entierro Manuel Vergara Jimenez fue multitudinario
El entierro Manuel Vergara Jimenez fue multitudinario

Habia ingresado en el Cuerpo en febrero de 1974 y llevaba nueve meses destinado en el Puesto de Villafranca de Ordicia. Junto a él se encontraba el cabo jefe de patrulla, que por efectos de la explosión sufrió heridas de diversa consideración a consecuencia de las cuales hubo de ser hospitalizado.

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