Terrorismo de E.T.A.

Sebastian Arroyo Gonzalez, guardia civil retirado, natural de la localidad de Sobradillo, provincia de Salamanca, de 53 años de edad, casado y padre de cuatro hijos; es ametrallado, en la localidad navarra de Alsasua.

Sobre las diecinueve horas y treinta minutos de la tarde del martes 8 de enero de 1980, Sebastian Arroyo salió como otros dias, de la fabrica de guantes de caucho «Igartex» situada a las afueras de la localidad, en la que trabajaba como jefe de personal femenino desde que se habia retirado de la Guardia Civil.

Monto en su vehiculo (SEAT 1430 NA 9669 B) y salió con dirección a su domicilio. No habia recorrido mucho camino, cuando fue alcanzado por seis disparos efectuados por miembros de la banda terrorista ETA, desde un coche en marcha, herido de muerte perdió el control saliéndose de la calzada. Varios bomberos del Parque de Alsasua, cuyas instalaciones estan situadas enfrente de la fabrica de «Igartex», apreciaron la rara maniobra del turismo de Arroyo, por lo que se dirigieron al lugar donde este quedo parado, comprobando que en su interior se encontraba el cuerpo del ex Guardia Civil todavia con vida.

Después de practicarle una cura de urgencia en Alsasua, fue trasladado al hospital de Navarra en Pamplona, donde falleció sobre la diez horas y veinte minutos de la mañana del miércoles 9 de enero.

Los Guardia Civiles, don Alfonso Martinez Bellas, natural de La Coruña, de 22 años de edad, casado (su mujer esperaba su segundo hijo); don Antonio Garcia Argente, don Mariano Gonzalez Huergo y don Miguel Hernandez Espigares, son asesinados a medio dia del sabado 20 de septiembre de 1980, por un comando de ETA.

Los activistas íngel Maria Rekalde Goikoetxea, Jaime Rementeria Beotegui, José Carlos Garcia Ramirez y Fidel Gonzalez Garcia; tras entrar en el establecimiento hostelero, se colocaron frente a la mesa que ocupan los agentes en el bar restaurante «Arrieta», de la localidad vizcaina de Marquina y sin mediar palabra, comienzan a disparar sus armas (fueron hallados mas de 20 casquillos) contra los Guardias Civiles que acribillados, practicamente mueren en el acto.

Una vez cometido el atentado, abandonaron el local a pié, según pudo constatar desde el balcón de la primera planta del edificio en que se encuentra el bar un miembro de la familia Arrieta, desapareciendo por la primera bocacalle, que va a desembocar al paseo principal del pueblo, donde les aguardaba un vehiculo, robado con anterioridad a punta de pistola.

El guardia civil Alberto Villena Castilla, natural de la ciudad de Granada, de 27 años de edad, casado y padre de una hija de dos años.

Cuando paseaba sobre las nueve horas y treinta minutos de la noche del sabado 14 de octubre de 1978, por el puerto de la localidad vizcaina de Lequeitio (muy cerca del Puesto de Especialistas Fiscales), fue ametrallado desde un vehiculo en marcha (que previamente habia sido robado a punta de pistola), por individuos de la banda terrorista ETA.

Alcanzado en el pecho, fue trasladado inmediatamente al Cuartel de la Guardia Civil, donde recibió los primeros auxilios y posteriormente a un centro sanitario de Bilbao donde ingreso cadaver.

Unos dias después, el 16 de octubre, en un breve comunicado hecho llegar a distintos medios de comunicación ETA reivindicaba el atentado afirmando: «Ya no basta con gritar que se vayan». En dicho comunicado explicaba que su lucha armada se dirigia a complementar, de una forma organizada, la movilización popular.