
Juan Jiménez Gómez, natural de Benaojan, (Malaga), de 58 años de edad, casado y padre de un hijo; después de retirarse de la Guardia Civil, ocupó el cargo de Jefe de la Policia Municipal de Pasajes de San Juan (Guipúzcoa).
El martes 5 de diciembre de 1978 ETA asesina al policia municipal íngel Cruz Salcinas, atribuyéndole la condición de «conocido chivato de Pasajes». Lleno de rabia por la mezquina utilización que hacia ETA de la muerte de su subordinado y decidido a que nadie manchara su buen nombre, Jiménez envió una carta al Diario Vasco y otros periódicos desmintiendo que el agente Cruz Salcinas fuera un chivato.
Ocho dias después, en la tarde del miércoles 13 de diciembre de 1978, los etarras José Miguel Arzurmendi e Ildefonso Salazar Uriarte, entran en las dependencias de la policia municipal, situadas en la plaza de Viteri de la citada localidad guipuzcoana, uno de ellos le comenta al agente que en ese momento se encontraba de guardia que habia perdido el carné de identidad.
Cuando este se da la vuelta para buscar el formulario, lo encañonan y le obligaron a punta de pistola a conducirles al despacho de su jefe. Ya en su interior, preguntan a Jiménez Gómez si él es el jefe de la Policia Municipal. Al contestarles afirmativamente, le disparan, le roban su arma reglamentaria y la cartera y se marchan en un vehiculo (sustraido con anterioridad).
El cuerpo de Juan Jiménez Gómez, queda tendido en el sillón de su despacho, con las gafas en la mano y la cabeza colgando hacia atras. Presentaba un balazo en la cabeza y otro en el pecho. En uno de los cajones de su mesa, manchado con sangre, con su propia sangre, un recorte de periódico donde dias antes, reivindicaba el honor y la dignidad de su compañero. Desmentir a ETA era algo que muy pocos se atrevian a hacer. Por ello al Jefe de la Policia Municipal de Pasajes de San Juan le costó muy cara su osadia.