En la mañana del sabado 11 de noviembre de 1978, sobre las diez cuarenta y cinco horas, dos Land Rover pertenecientes a la Segunda Comandancia Móvil de la Guardia Civil, con base en Logroño, regresaban al Cuartel de Villarreal de Urrechu (Guipúzcoa), después de haber prestado servicio de COS, por la carretera de Beasain- Zumarraga.
En el término municipal de Esquioga, en un terraplén existente en la cuneta, terroristas del comando Urola de ETA (Félix Ramón Gil Ostoaga «Saldi», José Maria Zaldúa Corta «Aitona…») hicieron explosionar un artefacto tipo hornillo (de unos veinte kilos de goma-2, con tuercas y clavos como metralla) conectado a un cable eléctrico de unos 53 metros de longitud, al pasar el segundo vehiculo, que totalmente destrozado y sesgado por la mitad, fue desplazado unos cinco metros, saliendo expulsados a 7 metros de distancia.
en el vehiculo viajaban el cabo primero de la Guardia Civil José Rodriguez de Lama, natural de la ciudad de León, de 31 años de edad, casado y padre de dos hijos y su mujer en estado de otro y a 15 metros de distancia acompañado del guardia civil Leoncio Revilla Alonso; falleciendo ambos en el acto.
Uno de ellos quedo sujeto en unos helechos y zarzales, mientras que el otro fue a caer en un maizal. El tercer ocupante, el guardia civil Francisco Córdoba Ramos, natural de la localidad de Martos (Jaén), de 19 años de edad, soltero; herido de maxima gravedad, logró salir por su propio pié del vehiculo, tras dar unos pasos, perdió el conocimiento, cayendo entre unas zarzas; siendo rapidamente trasladado a la Clinica San Miguel de Beasain y desde alli al Hospital Militar de Vitoria.
El martes 14 de noviembre de 1978, mediante un comunicado inserto en el diario Deia, la banda terrorista ETA reivindicó dicho atentado.
